El Reloj de la Villa:

Medir el tiempo ha sido siempre una obsesión del hombre, por lo que no es de extrañar
que desde finales del siglo XVIII se adquiriera en la localidad de Tomelloso un reloj mecánico que,
situado en la torre de la Iglesia, regularía la actividad diaria de los vecinos (hay que recordar que
según el historiador Inocente Hervás y Buendía en 1689 quedó completamente concluida la
edificación de la torre y el campanario de la Iglesia Parroquial de Tomelloso). El mantenimiento
diario del reloj estaría en manos de un cargo municipal que debería darle cuerda diariamente y
engrasarlo. También, para garantizar su funcionamiento y en casos de averías, el relojero que lo
colocó o algún técnico preparado para tales causas, se desplazarían alguna vez al año a revisarlo
a cambio de una cantidad fija.