Es de origen castellano, poco frecuente y registrado sobre todo en Madrid, Toledo y Ciudad Real. Según el filólogo Gutierre Tibón, este apellido deriva del sustantivo castellano “novillo”, del latín -novellus-, “res vacuna de dos o tres años”, a través de apodos aplicados a individuos que criaban o vendían novillos, que tenían el ímpetu juvenil de un novillo, etc. Hubo, por tanto, distintas casas solares del apellido Novillo, no emparentadas entre sí.