Etapa 2:

Hoy el viaje lo inicias bajo la protección de los molinos criptanenses que turbaron el seso de Don Quijote hasta verlos convertirse en tremendos gigantes. Son herederos de aquellos artefactos que luchando a cielo abierto han permanecido a lo largo del tiempo y que, hoy son ellos, se rinden ante el encantamiento que les produce tu hazaña; y con tu marcha anhelan volver a verte en futuros momentos para escuchar de tus labios historias de lugares lejanos que ellos no pueden imaginar.